Rauli / poesía, stencil & graff

Niño

Te hallas petrificado

en el lago de mi océano,

elevando intervenciones de tiempo exacto.

¡Lanza arriba!

Corazón de gamas encendidas,

entre sombras de palpito surreal.

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Artificio

Se quema el planetario del destello humano,

torpedos surcan los cielos como brazos extendidos.

Caen pétalos de color,

rubíes,

cristales amarillos.

La sangre no es un fuego que se eleve en lo alto,

sólo luces,

como flores estallando.

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Nebulosa 

Algo se evapora en el bosque,

una niebla es la palabra,

en la oscuridad oscura.

Nos interrumpen impronunciables encandecidas,

la nube se esfuma,

en el evento de los continuos.

Otro impronunciable aparece en el camino,

hay más destellos de umbral,

atravesando portales.


Al final de la memoria

I

Tras tu vuelo, 

estelas de plumas,

entre jaurías erráticas,

y disparos que fallan.

El ocaso del misterio, 

la fantasía.

.

Se esculpen habilidades paralelas, 

placer de escapismo,

indolencia.

.

De mi jaula se proyectan sueños al mundo,

voy en ellos.

Hay palabras que no son consignas,

siguen esperando inadvertidas.

.

Abajo dos cielos, 

austral y boreal,

palomas,

 simbologías.

.

A mi espalda otras lenguas murmuran,

diálogos de formas indescifrables.

.

Enciendo la luz,

las formas que encomendaste no figuran,

vacilo.

 .

Se agitan banderas de profecía,

 en  mi mano semillas.

Allá a lo lejos,

yo,

tú,

Donde vuelan las aves del polo.

.

Tu nombre revolotea en mi jardín

Abanico que engalana los pensares.

Para tu calma, 

nada sé,

he tomado la osadía de hablar en el existir.

.

En mi cabeza ideas, albatros, golondrinas.

La primera estrella en mi camino fue mortal,

ya no recojo para ella las flores del campo,

pero en mi pecho nadan peces,

con sus colores.

.

Crecen espirales de hojas,

a veces se enredan,

furtivas.

En el tiempo van grabados de existencia,

cada vez que me elevo,

te llevo,

Vida.

.

Sé reír,

me contengo,

son más fuertes en mí otras impresiones.

 .

Hay quienes me reniegan, 

como si fuese de noche el día,

soy suave

cuando amo.

.

Doy gracias,

un día me hice azul brillante, 

me desintegré en el cielo,

flotando.

Aves posadas en mis murallas.

Siempre creo.

 

II

 

Mundo que es masacre de gentes,

piras de humo azul,

 bombas estallando.

Sufrimientos son los hechos,

No  impedidos en declarar el bien trascendente,

es de humanos perdonar.

.

El peso de un átomo hundiría los continentes,

violentos son los días.

Dogmas,

subversión,

acción nihilista secularizada,

síntesis intelectas.

.

Todo se hace polvo,

del otro lado escombros,

un pueblo herido,

caen los niños,

entre alevosías, teorías varias.

Las calles se llenan con sus cuerpos,

anales sangrantes de la memoria,

la masacre caminando viva,

todo el atardecer del mundo yace en sus ojos,

mientras el espíritu del mundo ahoga la palabra.

.

Se cierran los párpados,

cae el universo cielo.

A ver si de esa manera,

por escapar,

vuelas,

entendiendo.

 

III

 

En mis sueños lejanos,

halcones de altura,

y una esfera luminosa,

a destiempo.

.

 Se tornó necesario

trascender.

¡Vamos!

Respira profundo,

Do – re – mi – fa – sol – la – Si Dios.

 .

Doscientos setenta y un días el sol habitó en mis sienes,

esperando.

Se abre paso el sol,

en el trayecto hacia la aurora.

 .

De noche me visitan futuros posibles,

perdido en los siglos,

transformo naturaleza de experiencias,

por la mañana vuelve a girar la vida,

repentina.

.

Finalmente se apaga la vela,

Llamar a Jesús, Gabriel, María.

No damos con certezas,

y triunfan otras premisas,

que la lengua no refina.

.

Sea tu mente una alfombra extensa,

notas de romance llaman de mi nombre;

al voltear no veo,

sus encantos.

.

Los tiempos como torbellinos se arremolinan,

nos alcanza la constelación más cercana.

.

Enciende la lámpara de tus días,

antes que se escapen los

atardeceres del mundo.

Palomas taciturnas

  nos encuentran.

 

IV

 

Que se extravíen las vanas formulaciones,

el día brilla,

conspiran los sabios,

aludiendo verdades

que no los alcanzan.

.

Contra mí otros apuntan cargos,

les digo:

¡Somos muchos muertos apilados en un rincón!

¡Perdón!

He aquí más espacio. 

.

Voy hacia atrás,

volando.

.

Soy armadura de acero,

en albores de otro tiempo.

.

Voy hambriento, sediento, cansado.

El frío quema mis huesos,

caballos relinchan en la humedad de un bosque.

A mis espaldas una mujer tapada con largo manto

Nos escolta un séquito,

los relinches son relámpagos que ahuyentan el sueño.

Más oscura que la noche es la herida del corazón,

voy hacia atrás,

volando.

 .

Pides que por ahora me detenga,

somos niños,

te abrazo,

te amo.

 .

Soy el viento turbulento,

 el mar agitado,

el fuego encendido.

En el tiempo relativo.

.

Amigo de la santa persuasión. 

En mi pecho una llama flotante,

voy  en conflicto,

perplejo,

en contradicción.

.

En mí el error constante.

Risas de niños funden los aceros,

caen todas las cadenas.

.

Amante de la sustancial naturaleza,

se viene sucediendo un plan divino,

mientras se transcriben los hechos.

.

Se acerca el ave

libre,

en descenso.

Directo

al

mar.

pensamiento cósmico

 Poesía / Stencil ©Raulí.

 

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